El Amigo que todos necesitamos, el Amigo que nunca traicionará su amistad - Jesucristo.
La separación es dolorosa que abate al corazón y nos hace clamar a Dios por auxilio, ayuda y consolación. No hay palabras para describir lo que se siente al perder a un amigo, un enamorado, un esposo o esposa o esa persona que por amor le dimos un lugar especial en nuestro corazón. La despedida o rotura de esa amistad es siempre dolorosa y triste, la parte más difícil es el adiós.
Esas últimas palabras que se dicen entre lagrimas, salen de muy adentro de nuestro corazón y son guardadas como parte de nuestras memorias. Pero, por otro lado existe otra clase de separación, esta es dolorosa debido a que se trata de un traidor, el adiós se siente como una espada traspasando el corazón, no hay palabras para expresar lo que se siente cuando una persona que le dimos un lugar en nuestro corazón nos traiciona...
Muchas personas me han escrito pidiéndome que hable sobre cuando un ser querido les traiciona, o les hace daño, o tal vez les abandona dejándonos con el corazón destrozado y dolido. Para todos esos Hermanos y Hermanas que me han pedido que escriba sobre este tema, esta es el primer escrito de la serie llamada: Mi corazón vive, sufre y perdona.
¿Alguna vez usted se ha sentido decepcionado o traicionado por un ser querido o alguien que se estima como a un hermano(a)?... Si su respuesta es afirmativa, continúe leyendo esta reflexión.